martes, 19 de abril de 2016

ECUADOR DEL CURSO

Esta es la cuarta sesión. Los alumnos ya conocen scratch y ya puede decirse que saben programar a un nivel muy básico. Ahora empieza realmente lo complicado. Programar es en realidad una labor compleja, muy abstracta y matemática, y muy difícil de trabajar a estos niveles si uno no cuenta con herramientas realmente buenas como Scratch. 

 A pesar de que Scratch es fácil, intuitivo y motivador, resulta complejo con este tipo de alumnado cuando nos metemos en problemas algo complejos como estamos haciendo. Esto es lo difícil, pero es a la vez lo bueno de este asunto. Tenemos a un grupo de alumnos intentando resolver problemas complejos y abstractos, y ahí están: en silencio, pensando, concentrados. Su mente está funcionando y desarrollándose.

 Un antiguo alumno que ahora estudia ingeniería de telecomunicaciones me comentaba que mis clases de cuarto de ESO donde aprendió un poco de programación le vino muy bien para la carrera. Le cambió el chip. Ahora estos alumnos están cambiando el chip. Están razonando como programadores y eso es difícil. Lo que no se ha conseguido es que trabajen en casa con Scratch, pero hay que tener en cuenta que este tipo de alumnado normalmente está muy saturado de actividades. Seguramente trabajen en verano o más adelante. Ya tienen los conocimientos básicos y tienen amigos que también saben programar, el resto es cuestión de tiempo. 

 Otro objetivo que se ha conseguido es que conozcan, aunque sea a muy bajo nivel, una herramienta de programación de videojuegos como es Unity con la que se consiguen resultados muy espectaculares. La programación en Unity es realmente compleja para ellos, pero sí pueden trabajar en modo edición sin muchos problemas. Puede que este curso haya servido para que antes de llegar a la universidad se dediquen a hacer proyectos en Scratch o incluso en Unity, con lo que podrán entrar en una carrera técnica con una base de programación que les será muy útil, o incluso una base de razonamiento y resolución de problemas que les será muy útil siempre. 

 Incluso si no continúan por su cuenta, este curso les ha hecho plantearse problemas complejos y resolverlos. Además han tenido que manejar ficheros, crearse una cuenta en Scratch y compartir proyectos, utilizar el correo electrónico y en general utilizar la informática a un nivel al que muchos no estaban acostumbrados. Está siendo en general un curso muy positivo hasta en el peor de los casos. 

 En el mejor de los casos se podría conseguir ir creando una pequeña comunidad de jóvenes desarrolladores de videojuegos que trabajen en equipo, aunque sea con proyectos simples. En el futuro habría que intentar fomentar esto a base de premios a los mejores proyectos u otras ideas similares, además de ir trabajando en esta línea en el área de Tecnología e Informática. Esto está sólo empezando. Veremos cómo continúa.